PREVIAS AL DEBATE PRESIDENCIAL
Pienso ver este debate acompañado de un buen Pisco preguntándome nuevamente por qué debemos elegir entre cenar Chifa o Kfc. Lo cierto es que más allá de toda interrogante se encuentra el Perú, más allá de toda diferencia o color político, se encuentra una Nación con ansias notables de un líder con capacidad de gestión.
Nunca he creído en la mofa, el escarnio o los ataques dirigidos al adversario político, sin embargo creo mucho menos en la manipulación o el abuso de poder, y peor aún en el desequilibrio político. Un país con desequilibrio político es una Nación sin conciencia de justicia social.
Actualmente los distintos fenómenos sociales nos empujan a tomar decisiones poco acertadas en algunas ocasiones, a mantener el cuchillo afilado entre los dientes; eso fue lo que ha sucedido con PPK, lo imagino con un lanza en la espalda a punto de ser arrojado por la puerta lunar de Robert Arryn, debiendo decidir entre ser el "político despiadado" o “el técnico prospecto de buen político”, sin embargo no le ha ido bien en ninguno de los dos performances.
Si PPK desea diferenciarse de la candidata del Fujimorismo, más allá de centrarse en la USB con los audios vertidos por el programa “Las cosas como son” de Panamericana TV, por parte de José Chlimper (candidato a la Vicepresidente de Fuera Popular), debe concentrarse en un debate de propuestas y demostrar su conocimiento del aparato estatal, y el calificado equipo con el que cuenta, mientras que la candidata Fujimori trabajaría con un equipo desconocido y aquellos que se conocen, son los mismo de los años 90.
Al Perú le gusta el show, ya no tenemos a Laura Bozzo, pero sí otros programas; sin embargo el porcentaje de indecisos aún es elevado y existen dos tipos, aquellos indecisos por ignorancia o desinterés o duda en las propuestas. PPK debe explotar su empatía de abuelito divertido y su plan de gobierno, sumado al performance de técnico político.
Ya lo dijeron Alan García y Lourdes Flores en la primera vuelta “atravesamos la hora seria del país”, los candidatos deben dejar de pelearse y tomar conciencia de ello. El país requiere una alianza con el pueblo que represente unidad, responsabilidad y concertación, ése debe ser el mensaje para derrotar todas las adversidades y las amenazas, porque ya nada nos falta sino comenzar la tarea de reconstruir nuestra patria y poner en marcha su gran destino.